Cuando hablamos de bricolaje, uno de los elementos más esenciales son los tornillos. Aunque a simple vista pueden parecer pequeños e insignificantes, son clave en la mayoría de los proyectos. Conocer los diferentes tipos de tornillos y sus características te ayudará a elegir el adecuado para cada tarea, lo que garantiza mejores resultados y mayor durabilidad en tus trabajos.
Partes de un tornillo
Antes de explorar los diferentes tipos de tornillos, es importante conocer sus partes principales, ya que esto te permitirá identificar sus diferencias:
- Cabeza: es la parte superior del tornillo, donde se inserta el destornillador o la llave para apretarlo.
- Vástago: es la parte alargada que incluye la rosca. La parte lisa de este se llama caña o cuello.
- Punta: es el extremo del tornillo, que facilita la penetración en el material.
- Paso: se refiere a la distancia entre los hilos de la rosca.
Tipos de tornillos según el material
El material del que está hecho un tornillo determina su idoneidad para diferentes superficies y condiciones. Estos son algunos de los materiales más comunes:
- Tornillos de acero con acabado bicromatado o cincado: son muy usados en interiores debido a su resistencia a la corrosión moderada.
- Tornillos de acero inoxidable: perfectos para exteriores y zonas costeras, ya que soportan condiciones extremas de temperatura y humedad sin oxidarse.
- Tornillos de latón: muy resistentes y decorativos, se emplean comúnmente en trabajos de madera donde el tornillo queda a la vista.
Tipos de tornillos según la cabeza
La forma de la cabeza de un tornillo influye tanto en su facilidad de uso como en su capacidad de ajuste y fijación. Entre los más comunes están:
- Tornillos de cabeza ranurada y cruciforme: los más habituales en el día a día. Los de cabeza ranurada se atornillan con un destornillador plano, mientras que los cruciformes requieren un destornillador de estrella.
- Tornillos de cabeza hexagonal o cuadrada: son ideales para tareas que requieren un alto par de apriete, como la fijación de piezas. Los tornillos de cabeza hexagonal con valona no necesitan arandela.
- Tornillos Allen: tienen una cabeza cilíndrica con un hexágono interior, y requieren una llave Allen para su uso. Son perfectos para uniones que necesitan mucha fuerza.
- Tornillos Torx: ideales para utilizar con atornilladores eléctricos, ya que su diseño aumenta la superficie de contacto con la punta del atornillador, lo que permite un alto par de apriete.
Tipos de tornillos según su uso
Dependiendo del material con el que trabajes, necesitarás un tipo específico de tornillo para asegurar una buena fijación:
- Tornillos para madera: tienen una rosca de paso ancho, lo que permite una mejor fijación en materiales blandos como la madera o el plástico.
- Tornillos para metal con rosca métrica: diseñados para materiales más duros, tienen una rosca de paso más fino, lo que asegura un agarre sólido.
- Tornillos para placas de yeso: al ser el yeso un material blando, estos tornillos suelen tener una punta afilada para facilitar la penetración y una rosca de paso ancho para evitar ejercer demasiada presión.
Conclusión
Como has visto, elegir el tornillo adecuado es fundamental para garantizar el éxito de tu proyecto de bricolaje. Al conocer los diferentes tipos de tornillos y sus aplicaciones, podrás seleccionar el que mejor se adapte a las necesidades de tu trabajo, asegurando una fijación duradera y segura. La próxima vez que te enfrentes a un proyecto, asegúrate de tener a mano el tornillo perfecto para cada tarea.
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