Las cisternas son dispositivos que utilizamos a diario, pero muchas veces no conocemos en detalle cómo funcionan. A lo largo de los años, estas se han modernizado para ofrecer descargas de agua más eficientes y llenados más rápidos. Si te has preguntado alguna vez qué partes componen una cisterna y cómo operan, aquí te lo explicamos.
Uno de los elementos clave es el mecanismo de descarga. Este componente permite que el agua acumulada en el depósito se libere de manera controlada hacia la parte inferior del inodoro. La descarga debe ser gradual para optimizar el uso del agua. Un aspecto importante a tener en cuenta es la profundidad del depósito, ya que el mecanismo de descarga debe estar adaptado al tamaño del tanque. Además, existen mecanismos universales que permiten instalar diferentes tipos de pulsadores de descarga.
Otro componente fundamental es el grifo de carga. Este mecanismo es el encargado de llenar la cisterna con agua después de cada descarga. La velocidad con la que el tanque se vuelve a llenar depende de este grifo. Es posible que el agua entre desde un lateral del depósito o incluso desde la parte inferior del grifo. La eficiencia de este proceso es crucial para garantizar que la cisterna esté lista para su próxima utilización de manera rápida.
Finalmente, tenemos el pulsador, que es la pieza que acciona todo el sistema. En muchos casos, los pulsadores vienen en formato doble, lo que permite regular la cantidad de agua que se descarga. Este tipo de pulsador es ideal para evitar el desperdicio de agua, ya que te ofrece la opción de elegir entre una descarga completa o una más reducida, dependiendo de las necesidades.
Conociendo estos componentes, entender el funcionamiento de una cisterna resulta más sencillo. Estos mecanismos, aunque parezcan simples, juegan un papel esencial en el ahorro de agua y en el funcionamiento eficiente del sistema de descarga.
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