Nuevo etiquetado energético: de la "A" a la "G"

La etiqueta energética es un sello que indica la eficiencia de cualquier aparato a la venta que consuma energía. Se basa en una escaña de clasificación por letras y colores que va desde la A y el color verde, para los equipos más eficientes, a la D y el color rojo, para los menos eficientes. En el siguiente punto te contamos las diferencias de este tipo de etiquetado energético.

Con este cambio de etiquetado energético en la Unión Europea, se quiere conseguir que la información sea más clara y comprensible para el consumidor y puedan ver de forma clara cuál es la opción más sostenible y económica.

Cambios de la antigua a la nueva etiqueta:

1. Clases: siete cómo máximo, nueva escala energética de A a G, sin más clases +: desaparece el A+++, A++ y A+, siendo de las letras de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente). Con el nuevo sistema, podremos encontrar un frigorífico que actualmente está catalogado como A+++, pasar a la categoría C. Este cambio, no significa que haya empeorado, sino que el nuevo etiquetado es más estricto y al principio la categoría A estará vacía, mientras que muy pocos productos obtendrán la puntuación B o C. Esto será así, para dejar margen de mejora para los próximos años.
2. Incluyen un código QR que permite a los consumidores obtener más información sobre el aparato simplemente escaneándolo con su teléfono inteligente.
3. El consumo anual de energía muestra el consumo energético ponderado en kWh/100 ciclos de funcionamiento (en el programa “Eco 40-60).
4. Dependiendo del electrodoméstico, las nuevas etiquetas energéticas no solo informan del consumo eléctrico, sino que también aportan datos sobre el agua utilizada por ciclo de lavado, la capacidad de almacenamiento o el ruido, entre otros.
5. Límites más exigentes: los aparatos quedarán en una clase energética más baja que la actual, al ser los límites más estrictos.

Esta certificación es obligatoria en toda Europa para los siguientes tipos de electrodomésticos:

• Horno eléctrico y microondas.
• Frigoríficos y congeladores.
• Lavadoras, secadoras y lavavajillas.
• Fuentes de luz domésticas