Cómo usar la masilla según el tipo de reparación

Reparar agujeros en la pared:

Si necesitas tapar un agujero en la pared, lo más recomendable es usar una masilla en formato tubo. Una opción fácil de manejar es la masilla en pasta RATIO, lista para su uso. Esta masilla es ideal tanto para interiores como para exteriores y se seca en solo 15 minutos, lo que permite lijar rápidamente.

Pasos para tapar el agujero:

1. Limpia bien la zona del agujero para eliminar polvo o suciedad.

2. Amasa el tubo de masilla, corta la cánula y aplica directamente sobre el agujero.

3. Usa una espátula para retirar el exceso y alisar la superficie.

4. Si al secarse la masilla se contrae, repite el proceso para rellenar por completo el agujero.

Reparar desconchones en la pared:

Para los desconchones en paredes interiores, es importante elegir una masilla que no se agriete al secarse. La masilla en pasta RATIO es perfecta para estos casos, ya que se adhiere muy bien a superficies porosas y es fácil de aplicar.

Pasos para reparar un desconchón:

1. Limpia la superficie afectada.

2. Aplica la masilla con una espátula directamente sobre el desconchón.

3. Alisa la masilla mientras la aplicas, asegurando un acabado uniforme.

Cubrir pequeñas grietas

Para cubrir pequeñas grietas en paredes interiores, te recomendamos usar una cinta tapagrietas de fibra de vidrio, que ofrece un alto poder adhesivo y servirá como base para la masilla.

Pasos para reparar una grieta:

1. Limpia la grieta retirando restos de material suelto.

2. Coloca la cinta tapagrietas a lo largo de la fisura.

3. Aplica una masilla en polvo diluida con agua sobre la cinta, alisando con una espátula.

4. Lija la superficie una vez seca para dejarla lista para pintar.

Reparar golpes en superficies lacadas

Para golpes en superficies lacadas o expuestas a la humedad, usa una masilla apta para interior y exterior. La masilla reparadora de RATIO es perfecta para superficies expuestas a la humedad, ya que ofrece un acabado resistente y duradero.

Pasos para reparar superficies lacadas:

1. Limpia bien la zona afectada.

2. Aplica la masilla con una espátula, directamente desde el envase.

3. Alisa la masilla para conseguir un acabado fino y uniforme.

Ahora que conoces cómo usar cada tipo de masilla según la reparación que necesites, ya estás listo para empezar a arreglar esas pequeñas imperfecciones en casa. Con estos sencillos pasos, tus paredes estarán en perfectas condiciones en muy poco tiempo. ¡Manos a la obra!