Las paredes de nuestras casas son muy propensas a sufrir daños con el paso del tiempo, ya sea por golpes, rozaduras, perforaciones o grietas. Estos desperfectos suelen ser inevitables debido al constante contacto con muebles y otros objetos. Si alguna vez te has preguntado cómo arreglar esos molestos agujeros en las paredes de tu hogar, en este artículo te explicaremos paso a paso cómo hacerlo de forma sencilla utilizando masilla. ¡Manos a la obra!
¿Tienes agujeros en la pared? Aquí te contamos cómo solucionarlos
Si en alguna pared de tu casa hay un agujero que te molesta y nunca encuentras el momento adecuado para arreglarlo, ahora es el momento de actuar. Los agujeros en las paredes pueden tener diferentes causas y, dependiendo del tamaño y profundidad, necesitarás diferentes soluciones. Ya sea que estés preparando la pared para pintar, colocar papel tapiz o simplemente dejarla en perfecto estado, te explicamos cómo tapar esos huecos y devolverle el buen aspecto a tu pared.
Paso 1: Preparar el agujero
Antes de empezar a tapar el agujero, es importante que esté bien preparado. Si el agujero es muy pequeño, te recomendamos hacerlo un poco más grande con la ayuda de una espátula triangular. Esto permitirá que la masilla se adhiera mejor y cubra adecuadamente el área dañada, sobre todo si el borde del agujero está agrietado. Ampliar ligeramente el agujero asegura que cubras completamente cualquier fractura que pueda extenderse.
Paso 2: Limpiar la zona
Una vez que el agujero esté preparado, es fundamental limpiar bien la zona afectada. Retira el polvo y los restos que puedan haber quedado en el agujero, ya que si no lo haces, la masilla podría no adherirse correctamente. Utiliza un trapo limpio o un aspirador para limpiar la zona en profundidad, lo que te garantizará un mejor acabado al aplicar la masilla.
Paso 3: Aplicar la masilla
Ahora es el momento de tapar el agujero con masilla. Para este paso, te recomendamos que uses una masilla que no merme al secarse, de esta forma no tendrás que repetir el proceso. Con una espátula de tamaño mediano, toma una pequeña cantidad de masilla (aproximadamente del tamaño de una avellana) y aplícala en el agujero. Asegúrate de alisar la masilla con la espátula para que quede lo más uniforme posible con la superficie de la pared. Luego, deja secar la masilla según el tiempo indicado por el fabricante.
Paso 4: Lijar y pintar
Una vez que la masilla esté completamente seca, llega el momento de lijar. Este paso es crucial para conseguir una superficie completamente lisa. Utiliza una lija adecuada, dependiendo del tamaño del área a lijar. Si el agujero es grande, una lijadora eléctrica tipo mouse será la mejor opción, mientras que para áreas más pequeñas un taco de lija será suficiente. Si al lijar notas que el agujero no está completamente cubierto, aplica otra capa de masilla, deja secar y vuelve a lijar.
Finalmente, limpia el polvo con un trapo y procede a pintar la zona reparada con el mismo color de la pared. Asegúrate de proteger bien el suelo y los muebles antes de comenzar a pintar.
¿Y si el agujero es más profundo?
Cuando los agujeros en la pared tienen una profundidad mayor a 5 milímetros, necesitarás una masilla específica que permita cubrir bien el grosor del daño, sin que se agriete o merme al secar. En estos casos, es recomendable usar una masilla de mayor densidad que garantice un acabado duradero y resistente.
¡Listo! Ahora solo queda disfrutar de tu pared como nueva
Con estos sencillos pasos, ya tienes todo lo que necesitas para tapar los agujeros de la pared y dejarla como nueva. Es un proceso simple que puedes hacer tú mismo en poco tiempo y sin grandes complicaciones. ¡Anímate a reparar esos pequeños desperfectos y renueva tus espacios!
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