Con la llegada del frío, muchas personas se apresuran a preparar sus sistemas de calefacción para asegurarse de que funcionen correctamente. Entre las tareas más importantes está purgar los radiadores, un proceso que puede parecer complicado, pero que es bastante sencillo y esencial para mejorar el rendimiento de la caldera. Además, hacerlo correctamente puede ayudarte a reducir el consumo de gas y, por tanto, a ahorrar en tu factura. En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber para purgar tus radiadores de manera eficiente.
¿Por qué es importante purgar los radiadores?
A lo largo del tiempo, los radiadores pueden acumular aire en su interior, lo que afecta su capacidad de calentarse de manera uniforme. Este aire puede entrar en el sistema por diferentes motivos, como la evaporación del agua durante el funcionamiento de la caldera, largos periodos sin uso (como después del verano), o interrupciones en el suministro de agua por obras o mantenimiento. El aire atrapado en los radiadores impide que el agua caliente circule correctamente, reduciendo la eficiencia del sistema de calefacción.
¿Calefacción encendida o apagada?
Para purgar los radiadores correctamente, es necesario que la caldera esté encendida. Durante el proceso, se recomienda aumentar la presión de la caldera, ya que esto facilitará la expulsión del aire acumulado. Al mantener la calefacción en funcionamiento, te aseguras de que el aire atrapado se libere más fácilmente y el agua fluya correctamente por todo el sistema.
¿Qué necesitas para purgar un radiador?
Aunque el proceso de purgar un radiador es sencillo, necesitarás algunas herramientas básicas:
- Un recipiente pequeño para recoger el agua que salga del radiador.
- Un destornillador plano o, si el espacio es reducido, una moneda.
- En algunos casos, puede ser necesaria una llave con boca cuadrada para abrir la válvula de purgado.
Paso a paso para purgar un radiador
1. Coloca el recipiente: Pon el recipiente debajo de la válvula de purgado para recoger el agua que salga durante el proceso.
2. Abre la válvula: Gira lentamente el tornillo de purgado con un destornillador o una moneda. Al abrir la válvula, notarás que primero sale agua de manera desigual, mezclada con aire.
3. Cierra la válvula cuando el agua sea constante: Cuando veas que el agua sale de manera fluida y constante, sin burbujas de aire, es el momento de cerrar la válvula.
4. Repite el proceso en todos los radiadores: Realiza este procedimiento en cada radiador de tu hogar. Al finalizar, ajusta la presión de la caldera a los niveles recomendados por el fabricante.
¿Cómo saber si el radiador está bien purgado?
Es fácil verificar si has purgado correctamente el radiador. Si, después de purgarlo, notas que el calor se distribuye de manera uniforme y ya no hay radiadores que se calienten más que otros, el proceso ha sido exitoso. Asegúrate de que el flujo de agua sea constante y sin burbujas de aire para estar seguro de que el sistema está libre de obstrucciones.
Purgar los radiadores es una tarea sencilla que no requiere conocimientos técnicos previos, pero es crucial para garantizar que tu sistema de calefacción funcione de manera eficiente. Hacerlo al inicio de la temporada de frío te permitirá disfrutar de un hogar más cálido, además de ahorrar en la factura de energía.
Si además de purgar radiadores tienes problemas con ventanas llenas de vaho al encender la calefacción, te recomendamos revisar otros artículos que te ayudarán a evitar la condensación y mejorar aún más el confort en tu hogar.
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